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GESTIÓN ENERGÉTICA

¿Qué es la Gestión Energética?

​La gestión energética es el conjunto de acciones y procesos que buscan optimizar el consumo energético, con el objetivo de racionalizar y reducir costes, sin que ocasione ningún prejuicio a los consumidores.

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Este concepto está directamente relacionado con la eficiencia energética, que es el uso eficiente de la energía para producir un determinado producto o servicio, lo que engloba todas las acciones que se pueden implementar a través de análisis, monitorización y optimización. Cuanto mejor sea la gestión del ahorro energético, mayor será la eficiencia energética.

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Image by Carlos Muza

Beneficios de la Gestión Energética

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Una buena gestión energética tiene efectos positivos para las personas, el entorno y el medioambiente.

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  1. Utilizar menos recursos: Moderar el uso de los recursos permite ser más respetuosos con el entorno y el medioambiente.

  2. Ahorrar energía: Reducir el consumo de energía sin afectar la calidad del servicio supone un mayor nivel de eficiencia energética.

  3. Producir energía renovable: Generar energía renovable (como la energía solar, eólica, hidráulica, geotérmica, de la biomasa o del mar) permite abastecer a la población, mientras cuidamos del medioambiente.

  4. Disminuir emisiones de COâ‚‚: Reducir las emisiones de COâ‚‚, gas que contribuye en mayor medida al efecto invernadero, nos aproxima a alcanzar el objetivo de Cero Emisiones Netas en el año 2050.

  5. Ahorrar en la factura: Aumentar la eficiencia energética y reducir el consumo de energía eléctrica se traduce en un ahorro económico en la factura.

 

En qué consiste un Sistema de Gestión Energética

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El Sistema de Gestión Energética (SGE) es una herramienta que permite que cada organización desarrolle e implemente su política energética. De manera que la empresa puede gestionar todos los procesos, productos o servicios que hacen uso de la energía, reducir el consumo y aumentar la eficiencia energética. Para implementar este sistema hay que analizar las necesidades energéticas de la planta y determinar cuáles son sus principales fuentes de energía, cuánta energía se consume y en qué períodos. Con toda esta información, se realiza un estudio para aplicar las correcciones necesarias.

 

El Sistema de Gestión Energética se basa en un ciclo de mejora continuo (o norma ISO 50001) y consta de 4 fases:

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  1. Planificar: Realizar la revisión energética y establecer las metas y planes necesarios para obtener los resultados que mejorarán el desempeño energético.

  2. Hacer: Una vez se ha definido la estrategia de eficiencia energética, se implementan las tácticas y acciones concretas de gestión energética.

  3. Verificar: Después de la implementación se miden y monitorizan todos los procesos para verificar los datos obtenidos e informar de los resultados.

  4. Actuar: Con toda la información recopilada se toman las medidas necesarias para cumplir con los objetivos y mejorar el rendimiento energético.

 

La Certificación del Sistema de Gestión Energética ISO 50001 promueve el uso racional y eficiente de la energía para reducir los costes asociados y el impacto medioambiental.

Se creó a partir del concepto de “calidad total” del estadista William Edward Deming, con el objetivo de apoyar a las organizaciones a lograr una mejora continua en el rendimiento energético.

 

 

Requisitos para certificar un Sistema de Gestión Energética

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Los requisitos para implementar un Sistema de Gestión de la Energía según la norma ISO 50001 son:

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  1. Cumplir con los requisitos legales: Cada empresa u organización debe cumplir con la legislación vigente en cada país en materia de energía.

  2. Liderazgo en la dirección: La dirección debe servir como figura ejemplar y debe contribuir a la sensibilización de los empleados.

  3. Sensibilización: Los empleados deben mostrar su total colaboración para obtener unos resultados satisfactorios, siguiendo las buenas prácticas energéticas, informando sobre cualquier fallo en el sistema, etc.

  4. Análisis: Analizar los riesgos que conlleva el desarrollo de la actividad, además de las oportunidades de mejora que puedan surgir.

  5. Planificación energética: A través del análisis de riesgos y oportunidades las empresas pueden establecer parámetros que ayuden a reducir el consumo y aumentar la eficiencia energética.

  6. Documentación: La organización se compromete a crear y aportar toda la documentación necesaria para informar sobre el buen funcionamiento del sistema.

 

Usos de los Sistemas de Gestión Energética

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Para aplicar un Sistema de Gestión Energética se requiere desarrollar una política de uso más eficiente y fijar los objetivos a cumplir, que se trasladan en acciones concretas y se pueden aplicar en diferentes entornos.

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  • Eficiencia energética en redes

 

Gracias al desarrollo de las infraestructuras y a las mejoras que ofrecen las innovaciones tecnológicas, la eficiencia energética en redes ha avanzado considerablemente. Las Smart Grids o redes inteligentes han integrado la tecnología digital con una mayor eficiencia energética para abastecer la demanda. Estos avances técnicos han alcanzado altos niveles de rendimiento y han reducido notablemente el consumo de energía y los costes de producción y de mantenimiento.

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  • Gestión de energía en el hogar.

 

Los Sistemas de Gestión Energética son de gran ayuda para el control de la gestión energética de las viviendas. Mejorar las pautas de uso de la iluminación, sustituir los electrodomésticos cuando sea necesario por otros más eficientes energéticamente, o detectar los puntos donde se puede ahorrar más son algunas de las acciones que permiten aumentar la eficiencia energética y, al mismo tiempo, suponen un ahorro en las facturas.

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  • Control de la energía en los edificios

 

Los Sistemas de Gestión de Energía de los edificios permiten controlar la climatización y la iluminación con una tecnología más eficiente. Apoyados en sistemas de monitorización y control avanzados, aportan datos sobre el comportamiento de la red eléctrica o las curvas de demanda. Gracias a ello, es posible construir edificios más sostenibles, que hacen un uso más eficiente de la energía y permiten ahorrar en costes.

Objetivos

Los principales objetivos de la gestión energética.

Aumentar la eficiencia energética

La clave para una buena gestión energética es utilizar la menor cantidad de energía posible para realizar un proceso.

Cumplir con la legislación vigente

La gestión energética cumple con la normativa que los organismos estatales establecen para un buen uso de la energía.

Disminuir el consumo

Los hábitos de consumo tienen un papel fundamental. Reducir el consumo y no malgastar energía contribuye a una mejor gestión energética.

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